El pasado enero el Teatro Jovellanos se vistió de gala, al acoger el tan esperado Festival de Solidaridad organizado por la Federación de Asociaciones Vecinales de la Zona Urbana (FAV). El evento, que atrajo a una multitud ávida de apoyar iniciativas solidarias, fue una celebración vibrante de generosidad y compromiso comunitario.
En esta ocasión, tuvimos el honor de ser los homenajeados, y la FAV nos premió por nuestro trabajo en beneficio de la infancia y la juventud y por nuestro compromiso inquebrantable con los más vulnerables, brindándoles apoyo y oportunidades para un futuro mejor.
El Festival de Solidaridad no solo fue un tributo a nuestra labor, sino también una celebración de la diversidad artística y cultural que enriquece nuestro entorno. Los asistentes fueron deleitados con actuaciones musicales de renombrados talentos locales, incluyendo a los cantantes Mina Longo, Arancha Miñán, Fran Juesas, Francis Ligero y los Jimaguas, Tere Rojo, Ceferino Otero, y Lía Marcos. El pianista Charly Blanco nos cautivó, mientras que el humorista Nel del Solo hizo reír a carcajadas a la audiencia. La maestría de Arancha Fernández como presentadora añadió un toque de elegancia y profesionalismo al evento.
El punto culminante de la noche fue cuando el presidente de la FAV, Manuel Cañete, entregó la tradicional escultura de la Paloma de la Solidaridad a nuestro presidente, Marcos Madrigal, en reconocimiento a nuestra dedicación y sacrificio. Además, se otorgó un cheque simbólico de 2.000 euros como contribución económica para apoyar los esfuerzos de nuestra organización. Pequeños vídeos proyectados durante el evento ofrecieron una visión conmovedora de nuestra labor realizada, destacando las experiencias de usuarios, voluntarios y profesionales involucrados en nuestros programas.
El Festival de Solidaridad fue más que un evento social; fue un recordatorio poderoso de la importancia de unirnos como comunidad para llegar más lejos. Nos sentimos honrados de haber sido la entidad premiada en la XXVII edición del Premio Solidaridad.
Este reconocimiento nos llena de energía y nos impulsa aún más a seguir trabajando con dedicación y compromiso en nuestros programas solidarios. Es un verdadero estímulo que nos motiva a continuar nuestra labor en beneficio de la infancia y la juventud, sabiendo que nuestro esfuerzo es valorado y apreciado por nuestra comunidad y por instituciones tan importantes como la FAV. Estamos agradecidos por este reconocimiento, que nos inspira a redoblar nuestros esfuerzos y a seguir haciendo la diferencia en la vida de los jóvenes, niños y niñas de nuestra ciudad.
¡Gracias a la FAV por reconocernos y celebrar la solidaridad en nuestra comunidad!